El viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Aurelio González, está desatado y dispuesto a despertar del sueño a todo aquel que esperaba una nueva política cultural del nuevo ejecutivo, tal y como anunció éste en su primer consejo de Gobierno hace apenas cuatro meses.
Fue el consejo que presentó «una nueva estructura de gobierno para un nuevo ciclo político y económico». Por eso se recuperó la Viceconsejería de Cultura, suprimida en la anterior legislatura. La Cultura, acordó el Gobierno hace apenas cuatro meses, es un sector «muy castigado por la crisis» con una contribución social «incuestionable». E iba a recibir perras a mansalva. O por lo menos, parecía que se iba a recuperar del tajo.
Nada que ver.
Cuatro meses después, el viceconsejero parece haber recibido el encargo de ir anunciando un futuro aterrador para la Cultura, ya adelantado por la consejera, María Teresa Lorenzo, en la presentación de los presupuestos ante el Parlamento de Canarias. La cifra para este año: 12 millones de euros es insignificante. No es nada, y quedará en menos después de restar los fijos, porque aunque la cultura se muera mantenemos el Festival de Música, que se come 1,3 millones de euros y que siguen presentando como «la joya de la corona». Cuestionable joya y cuestionable corona.
El presupuesto se derrumba (baja un 6’1 por ciento respecto a 2015) y el viceconsejero lo achaca a que la educación, la sanidad y los servicios sociales, son más “urgentes de atender que la cultura”.
En los años del pelotazo los dineros se gastaban como si no hubiera nada más importante que nuestra (su) cultura, como si no hubiera un mañana: 5 millones de euros para una mediocre película sobre el pintor surrealista Óscar Domínguez, adquisiciones de cuadros de Domínguez sobrevalorados por un mercado advertido de que a 100 kilómetros de África, en medio del Atlántico, una corporación insular estaba dispuesta a pagar lo que fuera por lo que fuera; obras de arquitectos del star system (dos Calatrava y varios Herzog y De Meuron, y los locales, pero star system también, Artengo, Menis y Pastrana). Festivales, encuentros y celebraciones en la nada y para la nada por cientos y cientos de miles de euros. A lo loco, a lo loco, a lo loco se vive mejor.
Nada de esto, nada, ha hecho a la población local más culta, sofisticada, preparada, crítica o emancipada. Solo más pobre.
El viceconsejero anima a volar a la gente de la Cultura. Emancípese de la teta pública. «Lo mejor que le podría pasar al tejido artístico de las islas es dejar de depender tanto de los dineros procedentes de la administración pública», dice Aurelio González
Dos cosas antes de seguir: esta Viceconsejería recién recuperada nos va a costar unos 60.000 euros al año sólo en el sueldo del viceconsejero que manda emanciparse a la gente de la Cultura; a los que hay que sumar los 59.000 euros anuales que cobrará la directora general, Aurora Moreno. Son datos que extraigo de 2011 porque la página de transparencia del Gobierno canario es muy poco transparente y no termino de encontrarlos. Con la Comunidad andaluza, por citar solo una, no hay problema. Tecleo en Google: sueldo de director general andaluz y ahí me sale, a la primera.
En los años del súper pelotazo que significó Septenio, el macro proyecto cultural que abordó temas de enorme interés para el Ejecutivo como «el mar, el cielo, el suelo, el turismo o la condición insular», los millones se gastaban de una manera tan obscena que daba vergüenza. En 2011 el sector cultural constituido en gabinete de crisis pidió una auditoría y publicó el manifiesto Sentencia de muerte para el sector de la Cultura en Canarias. No les sirvió de mucho.
El sector que tiene que emanciparse y que ya no es importante no sólo ha visto desplomarse el presupuesto los últimos años de manera dramática. Coalición Canaria achaca el machetazo a la crisis. No es cierto. La comunidad andaluza tiene un 32 por ciento de paro (casi un 60 de paro juvenil) y este año aumenta sus presupuestos de cultura un 3’6 por ciento hasta alcanzar los 168 millones de euros. Nuestros 12 millones de euros son una burla, una engañifa y la demostración de que la cultura sólo les importó cuando les permitió sacar tajada.
El sector tendrá además que enfrentarse a una dura pelea para cobrar los 2,5 millones de euros congelados en Canarias crea. El viceconsejero aduce a las pérdidas de la empesa pública Canarias Cultura en Red (800.000 euros al año desde 2013) y a «contratiempos varios» un retraso que tiene a un montón de creadores sin cobrar por trabajos que ya hicieron. Y es en esta frase «contratiempos varios» donde se hace más evidente la distancia entre el mundo que se construye con dinero público, donde ellos viven, y el nuestro, el que apenas podemos sostener. Es un discurso duro y despreocupado, ¿es un representante público?
El viceconsejero anda dando fechas aquí y allá de una posible recuperación del sector. En Tenerife dijo que sería en 2017 y ahora, desatado completamente y sin una sociedad que le tosa, le exija, le increpe y hasta le haga dimitir, sitúa en un futuro 2022 la fecha del final del túnel. «El Gobierno espera que en 2022 la cultura esté como en 2008», titula Canarias7. Siete años, un septenio, para volver a estar como cuando empezó el fraude de Septenio y el fraude de la crisis económica. De aquí a allá, todos analfabetos.
Una cosa antes de terminar.»Tenemos los niveles más altos de desempleo en Europa, triplicamos el desempleo juvenil de la media europea, el índice de pobreza mayor, el porcentaje más elevado de embarazos no deseados, la más penosa valoración del informe PISA de fracaso escolar, el crecimiento del analfabetismo entre las jóvenes. Esta juvenilización de la pobreza (paro y analfabetismo) augura un futuro inmediato muy negativo», Míchel Jorge Millares en La Provincia.
Acabo con este artículo de El País: Analfabetismo, paro y especulación, los récords de Canarias.»Fluye en Canarias una realidad que presenta demasiados aspectos inquietantes: sus elevados índices de paro y analfabetismo, su desequipamiento a todos los niveles, su invertebración política…» Una aclaración: fue publicado en 1979, cuando lo de Eufemiano, los OVNIS y los barcos de Marruecos.
30 noviembre, 2015 at 8:58 pm
Hola
Gracias por la cita de mi artículo. Sin embargo, me gustaría apostillar al tema que abordas en tu artículo que a día de hoy sigo sin saber cómo se va a configurar un área de Turismo y Cultura con un presupuesto en el que no veo vasos comunicantes. No quiero decir que se confundan las partidas y se diluyan en un revolutum porque no todo lo que se hace en cultura tiene que ver con el turismo, ni hemos visto hasta la fecha (salvo honrosas excepciones y con brillantes resultados) que lo que se hace en el turismo tenga que ver con la cultura.
Creo que (otra vez) la designación de los cargos responde a las cuotas de partidos/islas que suelen prodigarse por este territorio macaronésico. No quiero decir que no sea gente competente en sus materias, pero dudo que todos tengan la visión clara de lo que significa (por primera vez en nuestra autonomía) combinar Turismo y Cultura. De hecho, conozco personalmente a muchos de los que conforman los equipos de esta nueva Consejería (y de sus empresas instrumentales) y sé cómo se las gasta alguno/a y la voluntad y ganas que tienen otros.
Precisamente, a quien no conozco es a la consejera a quien, todavía, no he escuchado/leído cuál es su modelo de integración entre turismo y cultura. No dudo que no tenga una visión o misión que desarrollar, sobre todo siendo lanzaroteña y con sus raíces en la lava modelada por los artistas conejeros. Por eso, y con la convicción de que el turismo no sólo es hoy por hoy la principal actividad económica de las islas, considero que hay una oportunidad. Habrá que ver si se aprovecha o se han tirado por la borda los salarios de los viceconsejeros, directores generales y de todo el personal dependiente de las áreas de Turismo y Cultura. Un dinero que, no lo olvidemos, sale del presupuesto público y de una subida de impuestos (en particular el IGIC) como nunca se había producido y que ha dado lugar a que en lo peor de la crisis el Gobierno de Canarias haya logrado récords de recaudación por impuesto.
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1 diciembre, 2015 at 3:01 pm
Gracias por el comentario Míchel. Añades cosas que, sí, todavía no se han aclarado. Por ejemplo qué vasos comunicantes entre Turismo y Cultura establecerán. Las pocas propuestas oídas hasta ahora parecen más fruto de la improvisación.
Sin embargo, hay una corriente crítica que cree que vincular Turismo y Cultura es un error y hay que tenerlo en cuenta. Por tres cosas: el impacto que tendría sobre la creación artística pensarse como producto turístico; el impacto que tendría sobre nosotros, los locales, que los esfuerzos y las políticas culturales se dirigieran exclusivamente al mercado foráneo y, tercero, el impacto que tendría sobre el discurso crítico Turismo-crecimiento-especulación si lo pasamos por el tamiz (siempre neutralizador) de la Cultura.
Es un asunto que deberíamos debatir
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1 diciembre, 2015 at 6:05 pm
Bueno, precisamente de eso hablé en mi último post: http://islasbienaventuradas.blogspot.com.es/ Y yo creo que hay experiencias en las que el artista ha interactuado con el turismo y lo ha hecho con éxito. También es cierto que era otro escenario político el que Néstor y su discípulo César tuvieron a mano…
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1 diciembre, 2015 at 6:17 pm
Lo leeré. Gracias
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1 diciembre, 2015 at 11:09 pm
Muy buen artículo. Las expectativas son poco ilusiónantes, aunque creo que siempre ha sido así. Canarias padece un problema de vertebraciòn a todos los niveles pero la cultural es una una manzana apetitosa que solo sacia los apetitos políticos, nunca los socioculturales, que esta tierra necesita imperiosamente. Es un gusto que alguien escriba sobre este tema.
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2 diciembre, 2015 at 8:10 am
Gracias por el comentario, Rosendo. Y por leer Isla distópica
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